¿Qué nos pasa con el chocolate? ¿Qué clase de vicio es este? Conozco a poquísimas personas a las que NO les gusta (si, conozco a una, lo prometo!), pero al resto, simplemente oír esa palabra mágica nos provoca la más feliz de las sonrisas 🙂
Es uno de mis ingredientes favoritos para preparar todo tipo de dulces y postres, y sus posibilidades son prácticamente infinitas. Sólido, cremoso o líquido, con posibilidad de aromatizarlo, y siempre siempre riquísimo e incluso diría que un poco adictivo.
Estos coulant de chocolate, también llamados volcán de chocolate, son una de las recetas más fáciles y deliciosas para los auténticos chocolateros, con su cascada de chocolate caliente y líquido brotando del interior, y encima súper fáciles de preparar. Tan solo tienes que cogerle el truquillo a tu horno para acertar con los minutos de cocción y ¡listo!
Además te recomiendo contar con unos moldes apropiados, ya que te olvidas de cualquier engorro y desmoldan genial, como estos moldes para coulant que son los que uso yo siempre, de silicona y aptos tanto para horno como para microondas, nevera, congelador, baño maría y lavavajillas, ¡todoterrenos total! Además van geniales para flanes y cualquier postre en raciones individuales que se te ocurra.
Si eres un chocoadict@, visita nuestra sección de postres elaborados con chocolate, que incluyen bizcochos, galletas, tartas y otras deliciosas preparaciones. Comienza a pensar en chocolate con nuestra Tarta Sacher paso a paso o las increíbles trufas de chocolate, pero hay muchas más recetas.
Destacan el bizcocho de plátano, chocolate y canela, el mug cake de chocolate y nueces al microondas, nuestro exquisito brownie, la tarta de tres chocolates o la tarta de galletas y chocolate. Todos ellos están de… ¡escándalo!
Ingredientes para hacer coulant de chocolate o volcán de chocolate (6 unidades):
- 150 gr de chocolate para postres.
- 150 gr de mantequilla sin sal.
- 4 huevos.
- 100 gr de azúcar.
- 70 gr de harina.
- Helado a tu gusto para acompañar, opcional.
Preparación, cómo hacer la receta de coulant de chocolate:
- Pon en un bol el chocolate troceado y la mantequilla. Introduce el bol en el microondas durante un minuto a potencia máxima, saca el bol y remueve el contenido con una cuchara o espátula.
- Vuelve a introducir en el microondas otro minuto, sácalo y revuélvelo todo de nuevo. Si aún no se ha derretido todo puedes poner el bol unos segundos más en el microondas, pero no te pases de tiempo porque si quemas el chocolate te amargará toda la mezcla, es mucho mejor ir poco a poco.
- Cuando esté todo más o menos derretido, remueve con una cuchara o lengua de cocina hasta que la mezcla sea homogénea.
- En otro bol bate los huevos con el azúcar con la ayuda de unas varillas hasta que el azúcar se haya disuelto y la mezcla sea espumosa y de un color claro.
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- Incorpora los huevos con el azúcar ya mezclados al bol con el chocolate y la mantequilla, y mézclalo todo bien
- Añade la harina tamizada, es decir, haciéndola pasar por un colador para que no caiga con grumos ni apelmazamientos, y remueve la mezcla para que quede homogénea.
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- Ahora vierte la mezcla en los moldes de silicona para coulant hasta cubrirlos un poco más de la mitad, y congélalos al menos 2 horas
- El tiempo de horneado es la clave para obtener el coulant perfecto y, sin embargo, necesitamos experimentar un poco antes de saber cuál es ya que cada horno es un mundo. Yo he necesitado unos 16-17 minutos para que estén listos los coulant, pero os recomiendo hacer una prueba con un coulant la primera vez y hornearlo ese tiempo. Si después del tiempo de reposo y haberlo desmoldado (te explico a continuación cómo hacerlo) está demasiado hecho, ya sabes que necesitas rebajar el tiempo 1 o 2 minutos, y si por el contrario está demasiado líquido y es complicado desmoldarlo sin romperlo, la próxima vez dale 1 o 2 minutos más.Una vez horneados los coulant, sácalos del horno y déjalos reposar al menos 5 minutos. Una buena señal es que se vean cuajados aunque con el centro superior un poco más oscuro y «bailongo», y que se hayan separado de las paredes del molde
- Para desmoldar yo recomiendo la técnica usada para darles la vuelta a la tortilla (sobre todo para quienes nos gusta que el interior del coulant esté muy líquido): coloca un plato del revés encima del molde y dale rápidamente la vuelta, te deberá quedar perfecto en el plato.
Tiempo: 30 minutos más 4 horas de congelación
Dificultad: fácil
Sirve y degusta:
Los coulant de chocolate se suelen hornear mientras se está comiendo o cenando, para servirlos justo en el momento del postre, recién hechos y tras el pequeño reposo. Puedes ponerlos en los platos de los comensales junto con una bola de tu helado preferido (vainilla o turrón le van genial!), e incluso espolvorear canela o cacao en polvo por encima
Es un auténtico placer clavar la primera cucharada en el coulant y ver cómo fluye el chocolate caliente de su interior, sin duda una experiencia de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones del coulant de chocolate o volcán de chocolate:
Mira, no te líes… el coulant de chocolate no es una receta ligera o súper saludable, es una receta para disfrutar a tope del chocolate, un capricho que hay que darse de vez en cuando, así que no busques otras versiones porque esta es la definitiva.
Lo que sí puedes hacer es cambiar el acompañamiento, ya que además de bolas de helado, puedes incluir un poco de yogur o nata montada, y espolvorear coco rallado, azúcar glas o incluso frutos secos tostados y picados.
Consejos:
El tipo de chocolate por supuesto que influye en el resultado final, de hecho es el ingrediente que marca la diferencia. Escoge un buen chocolate específico para fundir, de potente sabor y gran calidad, y te quedarán de… ¡escándalo!
¿Es posible preparar esta receta sin tener que congelar el coulant? Si, aunque mínimo debería pasar 4 horas en la nevera, y habría que ajustar los tiempos del horno ya que habría que reducirlos. Si te digo la verdad, suelo tener siempre congelados los 6 moldes con el coulant, esperando cualquier evento, cena inesperada o algún «porque sí» para sacarlos y que vayan directos al horno y a la mesa, y así congelados no tienes que preocuparte de que se vayan a echar a perder (aunque difícil sería!) 😛