Desde 1916 esta familia de chocolateros ha transmitido de generación en generación, la esencia de su chocolate. El buen hacer y la sabiduría adquirida durante más de 100 años, se dan la mano con la innovación, sin perder de vista el pilar fundamental de esta empresa familiar, la calidad.
Partiendo de los mejores cacaos del mercado, de los cuales, estraen su oro negro, para convertirlos en sus deliciosos chocolates, de forma natural y sin aditivos, manteniendo una etiqueta limpia. Y es que esta familia lleva el amor por el chocolate en la sangre.